Mi pirámide de prioridades

En una semana dejo la empresa donde he trabajado los últimos 14 años. Ha sido una etapa irrepetible que me ha dado, entre otras cosas, lo más importante de mi vida. Pero cómo aún queda una semana, dejo para más adelante la despedida.

El caso es que, hace ya más de un mes, comenté con mi jefe mi intención de abandonar la empresa para emprender una nueva aventura. Desde aquel día todo ha sido muy raro, una locura. Además del traspaso, he hecho muchas más cosas de lo que se suponía previsible para este periodo de transición que, a priori, pintaba tranquilo.

El caso es que, como a mitad de ese periodo y por circunstancias que no vienen al caso, una mañana me levanté muerto después de haber dormido muy pocas horas durante demasiados días. Mil planes, mil proyectos, mil ideas, largas noches… y pocas horas de sueño. Aquel día me arrastré como pude pero recuerdo que el ánimo, las ganas y la energía de días anteriores se esfumó.

Ese día me di cuenta de lo acostumbrado que estoy a trabajar por cuenta ajena. Y digo simplemente esto comparándolo con la vida que entiendo que deben llevar alguno de mis amigos que son freelance trabajando para lo que les sale, en varios clientes a la vez y con incertidumbre constante.

Que conste que la mayor parte de mi vida profesional ha sido bastante mala a nivel de horarios (siempre he estado vinculado al mantenimiento o desarrollo de sistemas que tenían que estar up & running 7×24, y eso da muy muy mala vida… ), pero al fin y al cabo, desde siempre he tenido un trabajo del cual, cuando podía, desconectaba y punto. Y probablemente me ha dado siempre una falsa sensación de seguridad. Y una nómina a fin de mes.

El caso es que llevaba menos de 15 días cerrando ese trabajo por cuenta ajena de los últimos años, comenzando a hacer los primeros pinitos con una iniciativa propia que me hace mucha ilusión mientras espero que, en un par de semanas, comience, además, mi nuevo trabajo por cuenta ajena.

Habían sido solo 15 días de experimentar, y creo que «de lejos», lo que se debe sentir cuando de lo que hagas directamente tú, de lo que aceptes o no, de lo que plantees o no, etc… depende a lo que te dediques y el dinero que entre en casa. Y en esos 15 días ya me había desestabilizado bastante. Cero momentos de salir a correr, nada de otro tipo de deporte, horarios raros hasta para fijar una hora para comer y, lo comentado al principio: una media de 4 horas dormidas en los últimos días (bastantes…).

Fue así como me di cuenta que no sé si serviría para trabajar de esa manera. Es decir, que creo que en esa situación me desestabilizaría rápidamente. Y eso que habían sido solo 15 días!!

Comentando el tema con mi psicóloga (aprovechando, un off topic: ¿vamos normalizando que hay gente que vamos cada semana a charlar un rato con un@ profesional porque nos va bien y lo necesitamos?… pues venga yo doy el primer pasito… dejo para otro día el tema ansiedad) me dijo que creía que tenía que pensar en cual era mi pirámide de prioridades. Es decir, una lista de no más de 5 elementos que reflejaran, por orden, cuales quería que fueran siempre mis prioridades en la vida (a ver, quien dice siempre, dice ahora y durante un tiempo razonable… :P). Me dijo que la hiciera y que, en los momentos que sintiera que la vida se me desestabilizaba (como acababa de pasar) la revisara y la tuviera presente, cogiéndola como guía para comprobar si la desestabilización estaba poniendo en peligro dicha lista de prioridades.

Pues ayer me senté un rato y dibujé la mía. Que es esta:

Y vamos rápidamente con una explicación que quizás sea lo menos interesante en general, pero es lo primordial para mí:

  1. Me: porque si yo no estoy, o no estoy bien, o ando distraído, nada de las otras cuatro cosas va a poder funcionar bien. Y son las cuatro cosas prioritarias en mi vida, así que no me puedo permitir que no vayan bien. Así que efectivamente, el burro delante. Pero no por egoísmo, es un tema más de que este primer punto es un habilitador del resto.
  2. MAM: Miriam, Abril y Marc. Porque por ellos es por lo único que pondría en jaque al punto 1, aunque suene un poco contradictorio.
  3. Family: porque somos pocos, pero somos muy guays :P. He tenido muuucha suerte, tanto con la directa como con la política. Y porque muchos de ellos (la mayoría) podrían ser los primeros en la lista del siguiente punto.
  4. Friends and Work: Hala, lo que ha dicho!… amigos igual de importante que el curro? Pues va a ser que sí. La verdad es que tengo muchos amigos y dos o tres muy buenos amigos. Pero también es verdad que si el trabajo que haces no te gusta se pone en riesgo el punto 1… y el 2… y el 3… Y además es que mis amigos, los que fundamentalmente llenan los ratos de los días de la semana que no llena el trabajo, tiran mucho. Es decir, que además de gustarte el curro, tiene que dar pagar la hipoteca, los coles, las facturas, un nivel de vida normal (ya sinceramente es lo que aspiro a mantener) y además… aguantarles el ritmo a los amigos!! (es medio coña… pero vamos…). Así que sí señores. Pasamos muuuchas horas en el curro a lo largo de la vida. Así que el curro es importante, y los amigos también.
  5. Side projects: pues esto debería ser como la salsa para aderezar todo lo demás. Si no hay ninguno no pasa nada, pero yo es que, en serio, me apetece tener siempre alguno vivo. Y ojo, que pueden ser fuente de frustración también si tienes ganas de empujar alguno y no puedes por el motivo que sea. Aquí meto parte de mi nueva aventura, pero también el grupillo con el que ensayamos cada vez que podemos, mis canciones a medio acabar en mi piano, mis videos y ese libro que estoy comenzando a escribir desde hace un año :P. No puede ser todo a la vez, por que, de nuevo, se pondría en riesgo el punto 1… y entonces el 2, y el 3… pero puede ser cada uno en una época, según te apetezca. O es así, por lo menos, como yo lo veo.

Y hasta aquí el ejercicio. Ahora se trata de tenerlo presente siempre. E intentar que sirva de guía cuando las cosas se tuerzan (que se torcerán), para intentar ser coherente y rectificar. Y si hay que cambiar algo de orden, porque es otro momento, se cambia. Pero sin perder la perspectiva, e intentando siempre ser un buen tipo.